lunes, 1 de octubre de 2012

LECTURA No.06 CAMBIOS NATURALES DE LOS ECOSISTEMAS


GUARDIANES DE LA NATURALEZA


LECTURA No.06
 CAMBIOS NATURALES DE LOS ECOSISTEMAS


GUIA PARA LA LECTURA:
1-    Saca un resumen de la lectura.
2-    Realiza un dibujo alusivo al tema.

El mundo natural está en perpetuo estado de transformación. El cambio opera a todas las escalas de tiempo, desde las más cortas a las más largas. Los cambios a corto plazo, observables por las personas, suelen ser cíclicos y predecibles: noche y día, ciclo mensual de las mareas, cambio anual de las estaciones, crecimiento, reproducción y muerte de los individuos. A esta escala, muchos ecosistemas no expuestos a la acción humana parecen estables e invariables, en un estado de ‘equilibrio natural’.

Cada vez es más evidente que esto no es así. Pero los cambios a largo plazo, los que actúan durante décadas, siglos, milenios y hasta decenas de millones de años, son más difíciles de seguir. La propia ecología es una ciencia con menos de un siglo de antigüedad, un simple guiño en la historia de la mayor parte de los ecosistemas naturales. Además, es evidente que casi todos estos cambios a largo plazo no son ni regulares ni predecibles.

En conjunto, el clima es, sin duda, el factor más influyente a corto y medio plazo. En tierra, la temperatura, la precipitación y la estacionalidad son los tres factores que más afectan a la distribución de ecosistemas. Los cambios de cualquiera de ellos pueden tener consecuencias duraderas. En tiempos geológicos recientes, el ejemplo más visible de esto es, sin duda, la serie de glaciaciones que han caracterizado a gran parte del pleistoceno. Estos prolongados periodos de enfriamiento global han afectado profundamente a los ecosistemas de todo el mundo, han provocado la invasión por los casquetes de hielo polares de regiones templadas y la contracción de los hábitats forestales húmedos en partes del trópico.

A escalas temporales más cortas pueden también producirse alteraciones climáticas de influencia geográfica amplia. Uno de los ejemplos más espectaculares es la corriente de El Niño, una corriente de agua cálida que recorre periódicamente el Pacífico. Ejerce una influencia enorme sobre los ecosistemas marinos y provoca, por ejemplo, la muerte de arrecifes de coral en muchos lugares del Pacífico o la pérdida de productividad de las pesquerías del ecosistema de la corriente de Humboldt, frente a las costas de Perú y Chile. La corriente de El Niño sigue un ciclo irregular y varía en cuanto a intensidad e impacto; raramente pasan más de veinte años sin que se produzca, pero en ocasiones el fenómeno se ha repetido con un intervalo de sólo uno o dos años. Afecta también a los ecosistemas terrestres, pues altera las pautas de precipitación, sobre todo en América.

Ciertos episodios locales también afectan con fuerza a los ecosistemas: incendios, inundaciones y corrimientos de tierras son fenómenos naturales que pueden tener repercusiones catastróficas a escala local. Este impacto no es necesariamente negativo: de hecho, muchos ecosistemas necesitan estas perturbaciones periódicas para mantenerse. Ciertos ecosistemas, una vez alcanzado el estado óptimo o clímax, son dependientes del fuego, ya que los incendios periódicos forman parte esencial del ciclo de crecimiento; estos ecosistemas son muy comunes en áreas semiáridas, como gran parte de Australia.

A escalas de tiempo más prolongadas, los fenómenos geológicos y la evolución desempeñan una función crucial en el cambio de funcionamiento de los ecosistemas. La deriva continental altera, literalmente, la faz de la Tierra, destruye paisajes y crea otros nuevos, mientras que la evolución da lugar a nuevas formas de vida que, a su vez, pueden crear ecosistemas nuevos al tiempo que inducen la extinción de otras especies y la pérdida o transformación de los ecosistemas de los que formaban parte.

Pero esto no significa que los ecosistemas naturales carezcan de continuidad. Muchos han demostrado una elasticidad y una persistencia enormes durante millones de años. Son ejemplos de ecosistemas que se han mantenido aparentemente estables durante mucho tiempo: las extensas llanuras del fondo oceánico, los ecosistemas de tipo mediterráneo del sur de África y el oeste de Australia y algunas áreas de selva tropical lluviosa o pluvisilva, como las del Sureste asiático continental o las montañas del este de África.

miércoles, 1 de agosto de 2012

LECTURA No.05 ADAPTACIONES DE LOS SERES VIVOS



GUARDIANES DE LA NATURALEZA



LECTURA No.05
 ADAPTACIONES DE LOS SERES VIVOS, SEGÚN LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS ECOSISTEMAS
                       
GUIA PARA LA LECTURA:
1-    ¿Qué adaptaciones tiene este cervatillo rojo para sobrevivir en la espesa selva?
2-    ¿Cómo y para qué interactúa este ser vivo con el medio ambiente? 

        

Corzuela rojiza

Este cervatillo rojo bebe con precaución, atento a posibles depredadores, en la orilla del río. Criaturas tímidas, pasan gran parte de su tiempo comiendo hierbas, brotes tiernos y frutas caídas de los árboles. Es uno de los ciervos más pequeños del mundo, su reducido tamaño lo capacita para moverse entre la vegetación espesa de la selva. La cornamenta es poco desarrollada y sin ramificar, lo que presumiblemente constituye también una adaptación que le permite colarse con facilidad entre la vegetación. Suele vivir solo, dejando rastros aromáticos que contienen sofisticados mensajes para otros ciervos, incluidos sexo, disposición para la reproducción y rango social.


viernes, 1 de junio de 2012

LECTURA No.03 EL CAIMÁN DE ANTEOJOS


GUARDIANES DE LA NATURALEZA

LECTURA No.03
EL CAIMÁN DE ANTEOJOS


GUIA PARA LA LECTURA:

1-  Describe el hábitat del caimán de anteojos.
      2-    Dibújalo

A lo largo del río de todos los hábitats del mundo, la pluvisilva tropical es la que presenta mayor grado de biodiversidad. Millones de especies de animales y plantas viven en ella en un complejo y delicado equilibrio. La variedad de especies es tal que los científicos solamente pueden estimar el número total. Muchas de ellas no han sido todavía descubiertas ni clasificadas. La expansión humana ha reducido las selvas, poniendo en peligro de extinción a las especies que viven en ellas. Pero estos fantásticos ecosistemas todavía subsisten en gran parte de las regiones ecuatoriales y tropicales. La selva que aquí se muestra se localiza en Costa Rica. Los cursos fluviales, como el que aparece en la imagen, crean claros en la vegetación y permiten que la luz llegue al suelo. Los rayos de luz que alcanzan el suelo son escasos, por lo que las plantas han de adaptarse de numerosas maneras para poder captarla. Plantas de poca altura pueden prosperar cerca de ríos como éste, ya que hay luz directa del Sol.

Los caimanes, al igual que los cocodrilos, pasan mucho tiempo en el agua. Uno de los más comunes es el caimán de anteojos, que aparece en la imagen, denominado así por el reborde óseo que tiene sobre los ojos. Los caimanes son unos de los reptiles de mayor tamaño de las selvas de Centroamérica, pues pueden alcanzar entre 1,5 y 4,5 m de largo. Su dieta se compone fundamentalmente de peces o anfibios que encuentran en el agua o en las proximidades de ésta. Ocasionalmente, pueden comer animales más grandes, como monos, roedores o pájaros. El caimán es apreciado por su atractiva y duradera piel, motivo por el que algunas especies han sido cazadas casi hasta la extinción.